Por inverosímil que parezca a primera vista, los siguientes dos párrafos, y su tema general subyacente (pensamiento crítico), tienen una estrecha relación con mis otros proyectos personales de indagación. En particular los relacionados con las dimensiones de la creación de soluciones de negocio basadas en software: como un caso de estudio para el ejercicio de análisis cultural en la dimensión «Personas» (otras dimensiones son «Proceso», «Diseño/Arquitectura», «Tecnología»).
Por fortuna, algunos teólogos contemporáneos sí hacen un intento por divulgar su trabajo con claridad. Por fortuna, algunos de ellos no son del corte fanático que pretende apropiarse de toda la verdad y de toda la razón para el exclusivo uso de algún partido religioso, sino que hacen estudios en religión comparada. Por fortuna hay teólogos como William Willimon, en las ramas del protestantismo, o Karen Armstrong, o Albert Biesinger, en las ramas del catolicismo, que divulgan perspectivas distintas a las propias de la primera infancia de no pocos de nosotros adultos.
Como algunos saben, uno de mis proyectos personales de indagación es desarrollar una teoría teológica liberal, libertaria y libertina, así que no reparo en consultar fuentes diversas. Hace algunos días, en la librería de la Parroquia Emperatriz de América, de corte católico conservador, me topé con este libro de Albert Biesinger, teólogo católico egresado de Tubinga y Friburgo, Alemania. En este libro, entre otros similares, se puede constatar la riqueza de teologías basadas en interpretaciones no literalistas de textos antiguos veterotestamentarios y neotestamentarios.
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